domingo, 6 de marzo de 2011

Me adormece, pero no me deja dormir.

Tener  fiebre, pero sin fiebre.Las manos, y más que ellas, los dedos, se engarrotan costandoles trabajo ser agiles por pura vagueza. Su torpeza me llena de rabia y me hace estirarlos eventualmente como si quisiera espabilarlos con incredulidad. Mis narizes se afanan en su empeño de no dejar aire pasar facilmente.Me llevan a cierta reprimenda cada cierto tiempo indicandoles lo que deben hacer. Es mi corazón el que palpita rápido. Muy rápido. Absurdamente rápido para alguien que está sentado , siendo un pulsar de teclas su único movimiento. Será mi cabeza, la que afanosa trabaja. La noto. Un hormigueo la recorre interiormente. Trabaja y piensa, tratando quizas inutilmente de resolver algo. Alguna ecuación no matemática.
Es la naturaleza, sabia ella, la que me impulsa a no moverme.. a quedarme impasible durante horas viendo, que no contemplando ni notando, la vida y las horas pasar. Me adormece, pero no me deja dormir. No es su misión u objetivo el que deje de pensar, sino el que unicamente piense.

No hay comentarios:

Publicar un comentario