miércoles, 6 de febrero de 2013

Una deliciosa historia de amor.

Hace mucho tiempo en el camino, el sol envolvía mi cara y mi sombra apretaba con fuerza mis tobillos. La deliciosa historia de la batalla que libré.
Mi sombra me atraía, me sumía en el bloqueo estanco del lugar al que pertenecía en ese instante. De aquel lugar en el camino. El sol me invitaba a seguir, no a seguir parado. Que disfrutara del tiempo me dijo, que el lo calidecería. Nunca me habló de los días lluviosos. Nunca me dijo que las nubes lo cubrirían y las sombra dejarían de abrazarme. Entre el cielo y la tierra, dejaría de existir. Me dejó a mi para librar la dulce batalla de saber que tras de ellas estaba, se escondía y solo esperaba que siguiera creyendo en él.
Es increíble pensar que aunque dudara, al día siguiente el estaba allí  y me proporcionaba más calor aun, como despreocupado de mi duda. Quizás no le importe mucho.. no, quizás lo  hizo para recordarme que no he de dudar.
El el camino, el arte de mi mirada se centro en aquella pequeña hoja. Nunca entristecía,  nunca se alegraba, no sabia lo que era ser feliz, es un ser  mas sabio y mas fuerte que yo.
Detuve mis pasos ante ella y me senté a su lado en medio del camino.
Esto fue lo que le dije:

" Eres una hoja. Podría deslumbrar un nombre mas concreto que el mero sinónimo,  pero eres una hoja, y eres una hoja única.
Me he parado ante ti  y quizás ahora mismo todas mis palabras son inertes porque no me escuchas,  no es porque no quieras, pero tengo algo que decirte..
Sabes, eres preciosa, si, hay muchas mas hojas, pero tu me resultas preciosa y te voy a llevar en mi bolsillo. Si, te voy a echar en el para que camines conmigo. Tocaré mi bolsillo mientras camino. Alguna de esas veces meteré mi mano en el solo un poco para saber que estás ahí y no te he perdido, no te has caído.  Te necesitaré.
Te cuidaré hasta el final y cuando me pare a descansar durante mi viaje, meteré mi mano en mi bolsillo de nuevo para verte conmigo y ver que estás bien. Para compartir mi disfrute contigo mientras disfruto de estar contigo. Si, eso es felicidad.
Te sacaré de mi bolsillo simplemente para verte, para notar que estás conmigo. Soy un tonto por hablarle a una hoja.. no me siento un tonto cuando te beso. Me siento mas hoja, me siento único. Juntos crearemos lazos, desde este primer instante que nos ha unido y no nos separaremos jamás. En los días de sol disfrutaremos de él, verde y bonita como eres, en los días de viento bailaremos juntos, de los días callados aprenderé de ti,  aprenderé a conocerte hasta donde no supo el árbol  que te dejó caer. Vamos, no se que se esconde detrás de esa colina, pero si hay algo que sé, es que  cuando lleguemos a la cima, lo veremos juntos"











viernes, 9 de noviembre de 2012

Cuando

Abrazarla, acurrucarme en su piel y en sus sentidos. Acariciarlo. Ese rostro de mi alegria.
La espalda de mis deseos. El cruzar de piernas sutil como sus miradas.
Retorcerme en sus deseos y pasiones. Inspirar canciones y echos . Alegrias de poetas y susurros de valientes. De pasiones inscritas en tu piel.
Quererte y amarte en tus alegrias, en tus amaneceres. En tus sonrisas y en tus lágrimas.
Los delirios de las llemas de mis dedos al rozarte me cuentan que te amo.
 Desvanecerme en el batir de tus sabanas. De tus sueños y emociones.
Alas blancas darle. A tu habitación.
A tu imaginacion y a la mia. Fundirme en tí a traves de tus labios.
En que momento querría decirte que te amo. En cualquiera de todos ellos.

jueves, 25 de octubre de 2012

Te quiero.

Te echo de menos. Te vivo en mi vida sin tí. Es absurdo estar aquí. No quiero estar aquí. Estar sin tí. Estar obligado a echarte de menos, a no dejar de pensar en tí. Verme rodeado de pasados, de encuentros pasados, de reuerdos de un tiempo en el que estuve sin estar. Sin conocerte, sin vivirte, y sin poder hacerlo ahora. Aquí, sin tí, sigo haciéndolo.
Me da rabia. Me envuelve en espirar de no, no, no,  de un niño pequeño. De niño pequeño que solo piensa en lo que quiere. En su alegría más grande, que eres tú.
Recluido en una prisión de barrotes que atienden al tiempo, creo otra. La que estoy acustumbrado a crear en un tiempo en que no te conocía. La prisión en la que solo habito yo y me alejo del mundo. Empantanado de sombras. En ese no que me ciega, que me evita las ganas de hablar. Las ganas de hablar con nadie.
No es razón para no pensar en que te quiero mas que a nada. En que eso es lo único que pasa por mi cabeza una y otra vez.
Y se que hago mal al meterme en ella. Al meterme en ella sólo. Al no tenerte en cuenta y molestarte con ello. Pero se que me quieres. Que me quieres igual que yo te quiero a tí. Y esa es mi razón mas grande para abandonarla y soportar ésto. Para saber distinguir lo que cuenta y lo que no. Que lo importante es el tiempo que al fin tendré para estar contigo. Para vivir lo que hoy mas ansío y no puedo. Ahogar el avispero de mi mente, el de pasar los días esperando.

martes, 16 de octubre de 2012

Es ella el tiempo.

Es el tiempo callado. el tiempo simple y callado. el atardecer, el anochecer y el fin de un día sin tí.
gris azulado entra por mi ventana, invadiendo la oscuridad salvada por la tenue luz de mi lámpara.
Recuerdos de cuatro paredes, de tus botas dirigiendo a mí sus miradas.
 Entre onduladas horas cabalgan mis pensamientos, los recuerdos que de ti tengo.
Tus ojos aviesos, tu sonrisa de niña, tus suaves caricias y los segundos que a tu lado me bridas.
Nunca supe de  mi caminar, mi rostro al girar.
En tus pupilas siento ahora su reflejo.
Ese cálido y confidente reflejo que me sacia, que me llena y me advierte de lo que eres para mí.
El reflejo de mi alma, el surcar de mis dedos, el retrato de lo que mas quiero.

viernes, 25 de mayo de 2012

Los días de mi mente.

Siempre habrá días duros. Siempre los habrá peores. Y rezaría si Dios existiera para que no lleguen a ser tan malos como mi imaginación es capaz de crear.
Los habrá, sí. Igual que los hay.
Los días de mi cuerpo y los días de mi mente.
Momentos silenciosos, pensamientos arrolladores que vacían de ideas mi cabeza.
Circulo formado por perdigones de cazador las difumina y arroja al vacío.
Ausente de pensamientos creativos, de imaginación. Eso que pierdo cuando dentro no tengo nada.
De querer, de poder. De saber, de crecer. De sonreir, de soñar.
Llantos de niños famélicos me indignan. Camisetas anchas a rayas y flores en el pelo me entristecen.
Locas y fúnebres las miradas, perdidas las palabras.